Fecha
Del 25 al 26 de noviembre de 2020.
Horario
12:00 M a 4:00 PM
Cupo
15
Cierre de inscripciones
23 de noviembre de 2020
DramaTOURgia, programa del Centro Dramático Nacional (España), la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y el Centro Cultural de España en Nicaragua (CCEN) invitan a participar en el taller de online de escritura dramática «El folio en blanco son los padres», que será dirigido por la escritora y dramaturga Eva Mir, de España.
Este taller se enmarca en el Programa Permanente de formación del sector cultural, del CCEN, y busca dotar a los artistas y creadores de herramientas y capacidades que contribuyan a su profesionalización y, por tanto, a propuestas artísticas de mayor calidad y contenidos que fomenten los valores y contribuyan al logro de los ODS de la Agenda 2030.
Financia este proceso formativo el programa DramaTOURgia, que busca mostrar el paisaje escénico actual, dar a conocer y difundir la dramaturgia española contemporánea en el exterior, así como capacitar a colectivos y agentes culturales interesados en la creación dramática a través de la realización de talleres en la red de centros culturales de Cooperación Española y de las embajadas.
El taller El folio en blanco son los padres tiene como objetivo principal incentivar el impuso creativo desde diferentes perspectivas y estímulos. Para ello, se propondrán como puntos de partida motores como el espacio, la imagen, el ritmo, etc.
Se pretende desmitificar el bloqueo creativo, entender que no estamos obligados a concebir una idea previa trascendente para poder teclear la primera palabra de nuestra obra.
El aprendizaje de los asistentes durante las sesiones de trabajo debe ser la adquisición de herramientas para la creación dramatúrgica: desde la fase inicial de la idea hasta la materialización en diálogo. Además, los participantes obtendrán la capacidad de sobreponerse a un bloqueo artístico, siendo conscientes de la existencia de numerosos recursos para arrancar un proyecto desde el disfrute creativo.
Este taller de escritura dramática propone un trabajo eminentemente práctico a través de las técnicas y recursos para generar materiales dramatúrgicos desde diferentes ángulos, incluidos los condicionantes que nos impone la propia adaptación virtual del curso.
Mediante la exposición de diversos conceptos y su aplicación en ejercicios a tiempo real los inscritos adquirirán las herramientas y conocimientos. Los participantes realizarán pequeñas prácticas a lo largo de las sesiones y finalizarán el taller con una idea inicial de un futurible proyecto dramatúrgico individual.
El taller comprende dos sesiones de cuatro horas a través de la plataforma Zoom.
Fechas: 25 y 26 de noviembre de 2020.
Hora: 12:00 M a 4:00 PM
Descargar aquí el PDF
Personas sin restricciones con algún interés previo en la dramaturgia y la creación escénica en general, tanto estudiantes como profesionales.
15 participantes.
ÁMABITO GEOGRÁFICO:
Nicaragua
REQUERIMIENTOS:
Para asistir a las sesiones online los participantes deben contar con un dispositivo con acceso a internet durante los dos días de sesiones, en las horas indicadas.
FINANCIACIÓN:
Este taller es financiado por DramaTOURgia, programa del Centro Dramático Nacional, en alianza con la AECID y su Red de Centros Culturales. Ya que las plazas son limitadas y siempre hay más solicitudes que cupos, es indispensable que las personas seleccionadas que hayan confirmado su participación asistan a todas las sesiones del taller. Quienes falten sin justificación previa, no serán tomados en cuenta en próximos cursos o talleres organizados y financiados por el Centro Cultural de España en Nicaragua (CCEN).
PARA APLICAR: Se requiere completar el cuestionario disponible en el siguiente enlace:
Fecha límite para solicitar cupo: 23 de noviembre de 2020.
Se tomará en cuenta la capacidad de multiplicar los conocimientos adquiridos.
Biografía. / Biography.
«No tengo claro cuándo empieza mi biografía como autora. Me dijeron que es escritora quien escribe pero siempre me dio no sé qué autodenominarme así – apareció muchas veces el Síndrome del Impostor –. Alguien de mi familia, cuando le dije que estudiaba dramaturgia, me contestó: ¿eso qué es, como odontología? Creo que fue ahí cuando decidí reivindicar la gran palabra. Ahora puedo considerar que soy escritora desde que utilizaba las ficciones para retener a mi madre unos minutos más en mi cama antes de irse a dormir. Cuando cumplí la mayoría de edad, hice llegar desde IberLibro hasta un pueblo sin excesivos fondos los grandes tomos de las grandes gentes del teatro. Y así empezó la aventura, así creció la curiosidad y así encontré esa palabra que se parecía a la de un dentista.
Además, se podía estudiar. Se encendió la mecha en los cuatro años de Dramaturgia y Dirección Escénica en la RESAD, donde comprendí que el teatro es oficio y equipo. Abrí mente y cuerpo cuando participé en varios talleres con profesionales como Alberto Conejero, Antonio Rojano, María Velasco, Lucía Miranda, Jordi Casanovas, Nando J. López o Denise Despeyroux. Corroboré que no hay nada como la práctica tras poner en pie obras como Antípodas o El latido mudo y saqué la conclusión de que el aprendizaje no acaba nunca. En septiembre de 2019 me llamaron para decirme que había ganado el Premio Calderón de la Barca por Héroes en diciembre y todavía lo vivo como espectadora.» (Eva Mir).
Escritura. / Style.
«Hace poco alguien mencionó delante de mí eso del “gen artístico”. Empecé a preguntarme por el mío. Rastreé, y más allá de hobbies pictóricos y una pasión por la música en cualquiera de sus expresiones, no di con el dato revelador. Después, recordé a mi abuela paterna y su capacidad para repetir anécdotas vitales una y otra vez. Y desde esa distancia que da lo póstumo, la pensé como la mejor contadora de historias que había conocido, por su capacidad de incluir los detonantes y peripecias en los minutos exactos y por su don para insertar la tensión dramática con una pausa en el punto álgido para “dar una vuelta a los fideos”. Científicamente no puedo asegurar que esa habilidad se transmita vía genética, pero mi abuela me proporcionó el ejemplo de que las historias, y la necesidad de contarlas, son tan innatas como nuestra piel. Eso es mi escritura, el impulso de contar y encontrar ficciones. Y si me preguntaran por estilo, no sabría definir si lo hay. Cada palabra, cada tema y cada universo me retan continuamente a un nuevo dispositivo, y ahí está para mí la magia, en la incertidumbre de hacer materia las ideas. Eso es, para mí, teatro.» (Eva Mir).
Más información:
El taller comprende dos sesiones de cuatro horas a través de la plataforma Zoom
Más actividades